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Recomendaciones para el cuidado de tus ojos al viajar

Da miedo el pensar en una emergencia en los ojos, es por esto que te compartimos algunos consejos para cuidar de tus ojos en tu próximo viaje.

Da pavor el pensar en una emergencia en los ojos, especialmente cuando se está fuera de casa. Los accidentes y las heridas pueden ser una dificultad al explorar una nueva ciudad – o aún peor, se puede perder la visión de manera permanente debido a alguna condición que no ha sido tratada a tiempo y correctamente. Es por esto que te compartimos algunas recomendaciones para tener en cuenta en tu próximo viaje por parte de la oftalmóloga y viajera, la Dra. Anne Sumers y la Academia Americana de Oftalmología.

Consigue un repuesto y lleva un par de lentes extras

Si usas lentes de armazón, ¡lleva dos pares de lentes en cada viaje! Toma el mismo consejo si usas lentes de contacto, empaca un par extra adicional a tus lentes de armazón.

No pospongas la visita a un Oftalmólogo mientras estás de viaje

Aunque pueda parecer la idea más fácil, no esperes a llegar de tu viaje para visitar a un oftalmólogo. La atención inmediata de una leve molestia mantiene las consecuencias leves. “Un paciente se rasguñó su ojo con una rama mientras iba de excursión en Macchu Picchu en Perú. Se trató la herida con las gotas de lagrimas artificiales de un amigo y sufrió de un dolor terrible durante cuatro días, en consecuencia, llegó a casa con una sería ulcera infecciosa en su ojo. Si hubiera visitado a un oftalmólogo desde el primer día, el podría haber recibido tratamiento de manera inmediata y el rasguño pudo haber sanado en un periodo de 24 a 48 horas sin perdida de visión y una cicatriz permanente en el ojo”.

Prepárate para el ojo seco en aviones

Es común sufrir de ojo seco en aviones. Retira tus lentes de contacto si planeas dormir durante varias horas o lleva gotas para lubricar los ojos.

No uses agua para limpiar tus lentes de contacto

Siempre viaja con tus lentes de contacto en tu equipaje de mano y dos botellas de solución estéril para lentes de contacto. De este modo si una botella se abre y se derrama, tendrás un repuesto. Si tus ojos se sienten incomodos, retira tus lentes de contacto y colócalos en la solución estéril en su estuche – no en un vaso (sobrecargos han tirado vasos sin saber que dentro se encuentran los lentes de contacto del pasajero que se encuentra dormido). Nunca guardes tus lentes de contacto en agua – el agua no es esterilizante, y en unos países, puede contener bacterias que pueden causar graves infecciones en los ojos.

Cuenta con suficientes gotas para los ojos

Si usas gotas recetadas, asegúrate de viajar con nuevas botellas extras. “No asumas que una receta de tu país puede ser surtida en algún otro país sin inconvenientes (así lo descubrió uno de mis pacientes) o que las mismas gotas estarán disponibles. Si necesitas gotas para tratar alergias, glaucoma u ojo seco, asegúrate de llevarlas contigo – ¡y empacar extras!”.

No ignores los cambios en tu visión

Solo porque no sea doloroso no significa que no sea serio. “Un paciente me llamó porque veía flotadores, destellos y tenía visión borrosa. Él no se sentía preocupado al respecto porque no sentía dolor, por lo que pensó en agendar una cita para consulta para la siguiente semana cuando regresara de sus vacaciones. Sin embargo, los síntomas apuntaban a que se trataba de un desprendimiento de retina. Afortunadamente, siguió mi consejo de visitar un oftalmólogo en la ciudad en la que se encontraba y su desprendimiento de retina fue atendido al día siguiente”.

No ignores los cambios en tu visión (Sí, ¡es importante repetirlo!)

Los cambios en la visión pueden ser signos de otros problemas en la salud. Cuando viajamos, cambiamos nuestros hábitos de bebida y alimentación. Una visión borrosa puede indicar una crisis hipertensiva, un derrame o diabetes fuera de control. “Uno de mis pacientes llamó desde una conferencia porque su visión estaba muy borrosa. Él había pasado un tiempo increíble con otras personas de la convención; comiendo, bebiendo y quedándose fuera hasta tarde. Cuando fue a un hospital local descubrieron que tenía los niveles de azúcar en la sangre cinco veces arriba del nivel normal. Fue en ese momento que él se enteró que padecía de diabetes”.

Fuente: Academia Americana de Oftalmología